Visitando las diferentes comunidades cristianas donde nos encontramos los misioneros javerianos aquí en Brasil, una realidad que aparece a primera vista es la ministerialidad, y por consiguiente la corresponsabilidad ejercida por el conjunto de la comunidad. Los laicos participan muy activamente en la vida de la Iglesia, sea a nivel interno como en su inserción en la sociedad.
Uno de los males que el papa Francisco denuncia a menudo es el clericalismo, es decir esa tendencia del clero a acaparar, a considerarse con una cierta superioridad, a reducir al laicado a un cierto infantilismo…
Da alegría ver comunidades bastantes vivas, comprometidas, celebrativas, con una identidad eclesial que se deja ver enseguida. Sin duda una riqueza para la Iglesia universal.