¿Quién soy?

Soy Fernando García Rodríguez, misionero javeriano. La parábola del tesoro escondido refleja muy bien mi experiencia personal con Dios. Un encuentro gratuito, sin esperarlo, que llenó mi corazón de una gran alegría. No fue un hecho puntual, sino progresivo. Poco a poco sin darme cuenta,+ el Señor Jesús fue ocupando el centro de mi corazón y por consiguiente de mi vida. A un cierto momento se presentó delante de mí una evidencia: no podia vivir sin Él, sus palabras, gestos y actitudes eran eternos. Todo lo demás por consiguiente era relativo, tenía una importancia menor, empezando por mi propia vida. Vivir para Él, para el reino de Dios era la conclusión lógica y normal.

Y ¿cómo guardar en el corazón, de una manera secreta lo que estaba descubriendo y que iba llenando mi corazón de alegría? ¿Y todos los que no habían hecho este descubrimiento, los que no conocían todavía el tesoro escondido de Dios? Descubrir el tesoro y anunciarlo en la vida misionera iban de la mano. El Señor me iba guiando por este camino. Fue entonces, hace de esto treinta y cinco años, cuando el Señor me presentó la familia religiosa de los Misioneros Javerianos y me condujo hasta ella. A partir de ese momento la vida misionera  es mi vida. La alegría de compartir y de testimoniar la presencia de Dios a menudo aparentemente escondida en medio de nosotros. Y esto lo he ido y lo estoy viviendo en España, como país de origen, y en Chad y Camerún como países que me han acogido.